El INTA participa de la Semana Mundial del Espacio, organizada por la CONAE, un encuentro que destaca la importancia de la tecnología de observación de la Tierra. Se trata información precisa y en tiempo real que colabora con la toma de decisiones en un contexto climático adverso.
Después de más de 70 años de innovaciones, los satélites revolucionaron el mundo de las comunicaciones y generan información tan vital para la vida cotidiana que resulta imprescindible para el desarrollo rural de nuestros tiempos. Hoy, la información precisa que generan resulta clave en la toma de decisiones.
El INTA trabaja en numerosos desarrollos que lo instalan como facilitador para que las poblaciones rurales accedan a distintos servicios de información y comunicación que mejoren su calidad de vida.
Así es que hoy resulta posible que un productor visualice desde su celular o tablet lo que sucede en su campo, comande equipos a distancia y acceda a mapas de rindes, aplicación y siembra en tiempo real. O bien, acceda a fotografías aéreas y satelitales, mapeos de suelos y sensores de índice verde. Estos instrumentos colaboran con la toma de decisiones y facilitan las prácticas agropecuarias.
Pablo Mercuri –director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA Castelar– aseguró que “el INTA inició en la década del 1970 el uso de información satelital y desde 1991 en formato digital”, e indicó que “la información satelital es hoy una herramienta para la toma de decisiones a diferentes escalas por gobiernos, productores agropecuarios y ONGs.”.
Mercuri consideró que “no existe otra herramienta como los satélites para colaborar con el análisis espacio – temporal en múltiples escalas de las condiciones que se observan en el campo”. Los datos satelitales son fundamentales para determinar el estado de los agroecosistemas, monitorear la vegetación y humedad en todas las zonas productivas.
“La variabilidad del clima actual, la intensificación productiva y la expansión de las fronteras de producción generan una continua necesidad de información, desde el manejo por ambientes o el análisis de vulnerabilidad a riesgo hidrometeorológicos, hasta el seguimiento de los cambios en el uso del suelo”, precisó el director.
Patricio Oricchio, especialista en procesamiento de imágenes satelitales del Instituto de Clima y Agua, indicó que “el Instituto posee una serie de antenas de recepción de imágenes satelitales desde agosto del año 1996. Hace 10 años se actualizaron tanto las antenas como los servidores que se encargan de procesar la información que se recibe día a día”.
Con esta nueva antena, se reciben los satélites METOP-1, NOAA-15, NOAA-18, NOAA-19, AQUA, TERRA y S-NPP, todos ellos de órbita polar que pasan por el mismo punto de la superficie de la tierra cada 12 horas aproximadamente, y poseen una resolución espacial desde los 250m a 1000m de acuerdo al sensor que posee cada plataforma satelital. “En términos de captura de imágenes tenemos en promedio una imagen cada 2 horas con todas las plataformas enunciadas con anterioridad”, especificó Oricchio.
Las disponibilidades de estas antenas permiten el procesamiento a tiempo real y disponer de datos procesados para usuarios directos en muy pocas horas.
Los satélites realizan la observación de las diferentes coberturas de la superficie terrestre para monitorear los recursos naturales. No sólo en presencia de la luz del sol en el rango visible, como si el sensor fuera el ojo humano, sino también registrando lo que emiten desde la superficie del suelo en horas sin luz. Como se tratan de sensores ópticos, también llamados pasivos, la fuente de energía es el objeto que están sensando.
¿Qué productos se generan desde datos satelitales?
“Entre los productos más importantes que realizamos en el Instituto de Clima y Agua, se encuentran el estado de la vegetación, el déficit hídrico, los cambios o anomalías en la vegetación comparados con la serie histórica de datos, la temperatura de superficie, la evapotranspiración, las temperaturas de las nubes, del suelo y del agua, y los puntos o focos de calor para conocer lugares con posibles incendios”, explicó Oricchio.
El Instituto de Clima y Agua publica los productos en un sitio web Seguimiento de la Producción Agropecuaria (SEPA) en tiempo real en períodos que van desde lo diario, como también cada 8 días, 10 días, 16 días y de manera mensual.
En este contexto de incendios y sequía, de manera diaria y para cada pasaje de los satélites Aqua y Terra, el Instituto pone a disposición en el mismo sitio una sección de detección de puntos calientes o focos de calor que genera una tabla con los focos detectados indicando si se trata de un área protegida, cual es la cobertura vegetal predominante, en qué provincia y departamento ocurre, que energía irradia (cuanta más energía más intenso). Además, que satélite lo detecta y a qué hora, con la posibilidad de descargar un archivo en formato vectorial para que se puedan localizar los focos sobre un mapa. Como si fuera poco, también, como información complementaria, hay mapas de índice de peligrosidad de incendios para todo el país.
“Asistimos ante los requerimientos de las Unidades y Agencias Experimentales del INTA de todo el país, con el seguimiento de una situación extrema que nos soliciten”, concluyó el especialista en imágenes satelitales.